Durante los días de vacaciones la Asociación realiza talleres para generar en los niños y jóvenes en protección experiencias positivas que les ayuden a desarrollarse, con los que aprendan a gestionar problemas, a enfrentarse a situaciones adversas, y a potenciar su autoestima.
No hay que ir al cole, cambia el ritmo diario. Se flexibilizan los horarios, nada de madrugar, pero mucho que hacer, “porque descansar no es quedarse quieto”, aseguran los responsables de los Hogares de Acogida. “Descansar es cambiar de actividades, es llenar las horas con ocio saludable, y en eso los educadores sociales de Nuevo Futuro son expertos.
Retos del veraneo
Hay algunos niños, explican los responsables, que presentan lo que se conoce como el trastorno del vínculo, y que surge tras de la separación de la familia. Para prevenir y mejorar su estado anímico, se organizan a diario actividades en las que se procura reforzar las carencias afectivas, así como ciertos desequilibrios emocionales, Hay otros menores que presentan trastornos de personalidad, también distintas necesidades especiales. Y a todos ellos, además de continuar recibiendo apoyo psicológico, se les procuran planes a medida, llenos de experiencias positivas, en equipo, con las que además se lo pasan muy bien.
“Aprender a expresar las emociones, trabajar los límites, el autocontrol, la tolerancia y convivencia son elementos fundamentales en el crecimiento de un menor, y el verano es una gran ocasión para trabajarlos, al tiempo que realizamos distintas actividades”, afirman.
Pero, además, durante estos días de vacaciones formamos grupos en los que intentamos que se formen lazos afectivos entre los chavales –que convivirán el resto del año en el mismo Hogar-, que desarrollen sensación de pertenencia (como la que nace en una familia), que comprendan que el respeto, el orden o la gestión de conflictos, es vital ahora y formará parte de su educación cuando sean adultos.
Hogares de Acogida siempre abiertos
Es más, la Asociación Nuevo Futuro siempre está abierta, nunca cierra por vacaciones y cada día se considera una auténtica oportunidad para siempre mejorar la infancia de los menores. De todas las actividades que se programan, las que más les gustan es ir a la piscina, subir a la montaña a hacer senderismo, disfrutar de una película en el cine o visitar un museo, añaden.
“La idea –nos explican los responsables de los hogares- es que también aquellos niños y jóvenes que no se pueden ir de vacaciones con sus familias por distintas circunstancias, pasen un veraneo divertido, con recuerdos alegres y que, aunque sigan en los Hogares, tengan la ocasión de desconectar y descansar de cara al curso siguiente.
Por otra parte, los menores que lo necesitan, continúan en vacaciones recibiendo el apoyo y refuerzo educativo que se les da durante los meses de colegio. “De hecho, también se aprovecha estas semanas para repasar y reforzar aquellas materias en las que el pequeño necesite un especial empujón… igual que en una familia convencional”, sentencian los responsables.
Si quieres colaborar con la Asociación entra en la campaña que hemos lanzado #todosdevacaciones.