En uno de nuestros Hogares tienen la tradición, desde hace ya algunos años, de hacer un viaje para despedir a los menores que se van.
Este año, el equipo educativo junto con los menores del Hogar y otros jóvenes que han vivido previamente en él y que siguen formando parte casi diaria de nuestra pequeña gran familia, se han ido un fin de semana a Burgos para despedir a tres de ellos.
El viaje se prepara con mucha antelación y, muestra de la ilusión que les hace este viaje anual, es que todos ellos colaboran con una parte de su paga que han ahorrado durante meses y gracias también a la ayuda de la madrina del Hogar.
Según nos cuentan, han disfrutado mucho juntos de la visita al Museo de la Evolución Humana, la Catedral de Burgos o el Mirador del Castillo.
¡Os echaremos de menos!