Nuestra historia

El primer hogar se implanta en 1968 y, debido a su buena acogida, se empezaron a crear muchos más en diferentes provincias españolas. De ahí, se extendieron a nivel internacional, como es el caso de Estados Unidos, donde la iniciativa de los hogares de Nuevo Futuro fue estudiada y adaptada durante la legislatura del presidente Reagan.

Tras un convenio firmado entre la Asociación Nuevo Futuro y el Ministerio de Justicia de España, se crea en 1988 la primera Unidad Dependiente para mujeres que cumplen condena en tercer grado, con hijos menores de tres años a su cargo. Esta iniciativa surge para que estos niños y niñas tengan la oportunidad de vivir en un ambiente familiar y normalizado, y para que sus madres se reinserten en la sociedad.
En 1989 se presenta el modelo de atención en hogares de Nuevo Futuro en el Parlamento Europeo, donde se recomienda a todos los países miembros que trasladen este método a sus acogimientos residenciales de infancia.

El primer hogar que se creó fuera de nuestras fronteras fue en Santafé de Bogotá (Colombia) en 1993. Dos años más tarde, se funda el hogar que tenemos en Perú y después otro en Portugal. Actualmente contamos con 6 hogares en Colombia, 8 en Portugal, 5 en Perú y uno en Santo Tomé y Príncipe. Asimismo, Nuevo Futuro ha colaborado con numerosas instituciones de otros países para la implantación de nuestro modelo de Hogares. Senegal, Guatemala, México, Bolivia, Venezuela, Rusia, India o Afganistán han contado con nuestra ayuda.

Dentro de Nuevo Futuro, se crean los hogares SIRIO, con el objetivo de atender a niños y niñas con graves problemas de conducta y enfermedad mental. En ellos, actuamos desde un tratamiento integral a nivel terapéutico, psiquiátrico y psicológico.

Programa de refuerzo educativo diseñado para mejorar el nivel escolar de los niños y niñas que viven en los hogares con un apoyo y seguimiento diario.

Además, de cara a ofrecer un apoyo escolar e inclusivo adecuado a los menores, en el año 2010 creamos el primer centro de día, un espacio donde a los niños, niñas y jóvenes se les ofrece una intervención personalizada en este sentido.

Creación de los pisos de emancipación para atender a los jóvenes que al cumplir los 18 años deben abandonar los hogares de acogida y no tienen red familiar ni recursos.

Impulsamos nuestros programa de Posacogimiento con el que se acompaña y asesora en materia de formación y profesional a los jóvenes para alcanzar la independencia y autonomía cuando son mayores de edad.

Abrimos el primer piso para jóvenes con discapacidad que provienen del sistema de protección.